El actual Centro tiene su origen en la modificación del Sistema Educativo de principios de los pasados años setenta que, previendo una disminución de población escolar, llevó a hacer concentraciones de alumnos de distintos pueblos en localidades céntricas o de mayor porcentaje de alumnos para poder proporcionar más y mejores servicios educativos, aunque ello supusiera el establecimiento de una red de Transportes Escolares y Comedores para los niños que se tenían que desplazarse de los pueblos y de Hogares Infantiles para aquellos niños que no pudieran regresar a su casa cada día..
Este cambio profundo indudablemente tenía que impactar en todos los grupos afectados, tanto de los maestros como de los pueblos. Muchos maestros, en general, porque ya tenían establecida su residencia definitiva en los pueblos y no eran proclives a viajar, comparado con hoy, que se desplazan casi todos. Los pueblos, porque perdían uno de los pocos servicios que tenían en beneficio de núcleos mayores. Los pueblos mayores veían acrecentada su importancia y veían algún beneficio económico y comercial indirecto al acudir tantos niños. Esto daría lugar a enfrentamientos y presiones, en un sentido y en otro, por grupos que pusieron en movimiento las influencias que tenían para favorecer sus puntos de vista.
En un primer momento, los alumnos permanecieron en los pueblos, debiendo ir al Centro Comarcal de Bermillo solamente para los exámenes finales de octavo.
Cuando el sistema estuviera definitivamente en funcionamiento habrían desaparecido las escuelas, los niños y los maestros de los pueblos. Esta perspectiva tan poco halagüeña llevó a algunas localidades más importantes a pedir una escuela comarcal más pequeña, ofreciendo para ello los terrenos necesarios para la construcción y poniendo todo lo necesario a disposición de la Administración.
Cuando el Ayuntamiento de Almeida ya había adquirido los terrenos necesarios y tenía el proyecto a punto, recibe el comunicado de la negativa de la concesión debido a los informes negativos y al "extravío" de algunos documentos. Lógicamente cunde el desánimo, pero la intervención del Gobernador Civil a nivel de Zamora y los contactos personales con el Director General de Educación facilitaron el acceso directo al Ministerio y la solución de todos los problemas en un corto lapso de tiempo. La satisfacción y el optimismo volvían a reinar en el Consistorio y en el pueblo.
El Ministerio y el Ayuntamiento se vuelcan en la construcción y se construirá un magnífico edificio en ladrillo rústico y visto. Ante la cantidad tan grande de ladrillos que se necesitaban, hubo que recurrir a distintas cerámicas, que los proporcionaron de distintas medidas, siendo necesario montar un sistema de sierra en el patio para cortarlos y que todos tuvieran la misma medida.
Los medios, por parte del Ministerio, fue abundantes y muy completos siendo uno de los mejor dotados: laboratorio de Física y Química, estación meteorológica, herramientas, proyectores, aparatos de observación máquina de cine, magnífica biblioteca, etc.
Los espacios disponibles hicieron posible la dotación con amplios campos de deporte para fútbol, baloncesto, minibasket, voleibol y balonmano. Las buenas relaciones con la Diputación y con Icona facilitaron la plantación de abundantes árboles de las más diversas especies: chopos, cedros, pinos, arizónicas, acacias, almendros, frutales, etc.
El Ayuntamiento proporcionó un conserje permanente que se ocupaba del mantenimiento del colegio y del cultivo y cuidado de las zonas ajardinadas y las plantaciones de flores en primavera. El aspecto que ofrecía lo convirtió en zona de paseo para los habitantes de Almeida los domingos por la tarde.
A pesar de todo esto, algún pueblo se opuso a que sus niños asistieran a las clases en Almeida y sólo vendrían aquellos que quisieran hacerlo y los que tenían que hacer el Ciclo Superior de E.G.B.
Por fin , en el curso 1978-1979, se estrena el Centro para un numeroso alumnado procedente de Almeida, Salce, Roelos, Carbellino, Mogátar, Fresno, Figueruela, Tamame, Alfaraz, Viñuela, Escuadro, Moraleja y las numerosas dehesas que hay en la zona, así como de algunas de la provincias de Salamanca.
En esta época, 1980, el número de alumnos es alto, más de 300 alumnos de EGB sin contar los de 5 años de Almeida en Ciclo Infantil, siendo las clases de más de 40 alumnos. El número de alumnos comensales que asistirán es tan alto que se hace necesario habilitar el Gimnasio como comedor.
El rápido descenso de población escolar hace que en 1990 la matrícula haya bajado a unos 150 alumnos, incluyendo el Ciclo Infantil desde os 3 años. En 2000, con la Enseñanza Secundaria ya en Bermillo, el alumnado se cifra en unos 70 alumnos.
El día 30 de Octubre de 1992 se procede a colocar el rótulo con el nombre que, a partir de ese momento, llevará el Centro “MATILDE LEDESMA MARTÍN” en recuerdo de la maestra del mismo nombre, natural de la localidad, que dejó grato recuerdo de su labor educativa en muchas promociones de alumnos que recibieron su influencia.